A049 Afirmación del Objetivo de la Plena Comunión entre la Iglesia Episcopal y la Iglesia Metodista Unida.
Se resuelve, Que la 81a Convención General ratifique las resoluciones anteriores 2018-A041, 2018-A261 y 2006-A055 para que la Iglesia Episcopal continúe el diálogo con la Iglesia Metodista Unida con el objetivo de alcanzar la plena comunión; y asimismo
Se resuelve, Que esta Convención celebre con la Iglesia Metodista Unida los amplios cambios históricos que se hicieron en el Libro de Disciplina y Principios Sociales durante su Conferencia General de 2024 con respecto a la “ordenación y el matrimonio de personas homosexuales”, avanzando hacia nuestros objetivos comunes de una iglesia abierta e inclusiva para todo el pueblo de Dios; y asimismo
Se resuelve, Que esta Convención anticipe con gozo el avance hacia la plena comunión con la Iglesia Metodista Unida, tal como se esboza en el documento de 2010 del Diálogo entre la Iglesia Episcopal y la Iglesia Metodista Unida “A Theological Foundation for Full Communion between The Episcopal Church and the United Methodist Church” (Una base teológica para la plena comunión entre la Iglesia Episcopal y la Iglesia Metodista Unida) y luego se resume en el documento de 2018 “A Gift to the World, Co-Laborers for the Healing of Brokenness” (Un regalo para el mundo, colaboradores para la sanación del quebrantamiento) y cuya implementación se afirme por votación en la Conferencia General de la Iglesia Metodista Unida en 2024; y asimismo
Se resuelve, Que la Convención aliente a todos los episcopales a utilizar los numerosos recursos a su alcance para comprender el contenido del diálogo y su objetivo de la plena comunión; y asimismo
Se resuelve, Que esta Convención aliente y apoye una devota consideración por parte de todos los episcopales durante el próximo trienio de este importante paso adelante en respuesta al ferviente deseo de nuestro Señor de “que todos sean uno”; y asimismo
Se resuelve, Que esta Convención anime al Diálogo entre la Iglesia Episcopal y la Metodista Unida para continuar su labor hacia la plena comunión, el cual incluya, sin limitarse a ello, asuntos como un documento de “Principios para el Intercambio Ordenado de Ministros” y un plan para el reconocimiento litúrgico y la reconciliación de las órdenes.