A064 Enmendar el Canon I.1.6.d Captura de Expedientes del Clero
Esta propuesta aborda dos problemáticas: la de la terminología y la de la captura de todos los clérigos registrados en la Iglesia Episcopal.
Terminología: esta propuesta cambia todas las referencias de la consagración de un obispo cuando se utiliza en lugar de o con la ordenación en los cánones de la iglesia para proporcionar consistencia con el Canon III.11 y el Libro de Oración Común de 1979, que se ocupan de la ordenación de obispos, en la cual la consagración es una parte del servicio de ordenación más amplio, no un servicio por sí mismo. Además, una consagración no puede considerarse por sí sola una ordenación completa.
Informes integrales: con el actual sistema de reportes sobre el clero, existen grietas en las que caen las personas que no pertenecen a un pequeño puñado de categorías. Este lenguaje amplía las áreas de estado que deben mantenerse en los registros y reportarse, a la vez que se aplica a las tres órdenes de ordenación.
Como la Iglesia Episcopal reconoce la diversidad de expresiones y comprensiones de género, el lenguaje binario de “hombres y mujeres” no es inclusivo y no refleja fielmente nuestra comprensión del género.
Explicación
Esta propuesta aborda dos problemáticas: la de la terminología y la de la captura de todos los clérigos registrados en la Iglesia Episcopal.
Terminología: esta propuesta cambia todas las referencias de la consagración de un obispo cuando se utiliza en lugar de o con la ordenación en los cánones de la iglesia para proporcionar consistencia con el Canon III.11 y el Libro de Oración Común de 1979, que se ocupan de la ordenación de obispos, en la cual la consagración es una parte del servicio de ordenación más amplio, no un servicio por sí mismo. Además, una consagración no puede considerarse por sí sola una ordenación completa.
Informes integrales: con el actual sistema de reportes sobre el clero, existen grietas en las que caen las personas que no pertenecen a un pequeño puñado de categorías. Este lenguaje amplía las áreas de estado que deben mantenerse en los registros y reportarse, a la vez que se aplica a las tres órdenes de ordenación.
Como la Iglesia Episcopal reconoce la diversidad de expresiones y comprensiones de género, el lenguaje binario de “hombres y mujeres” no es inclusivo y no refleja fielmente nuestra comprensión del género.