Se resuelve, Que la 81ª Convención General reconozca la urgente, preocupante y arraigada problemática del nacionalismo religioso, la intersección del extremismo religioso y las ideologías nacionalistas, tanto a nivel nacional como mundial; y asimismo

Se resuelve, Que la Iglesia Episcopal, como parte del Cuerpo de Cristo, lamente el impacto negativo del nacionalismo religioso en la promoción de la violencia contra la personalidad y el orden social, cultural e histórico de los grupos marginados; y asimismo

Se resuelve, Que la Convención General aliente a las personas, las congregaciones, las diócesis y otras comunidades dentro de la Iglesia a educarse sobre este tema crítico y su impacto negativo en los grupos marginados; que este esfuerzo se lleve a cabo en colaboración con la Oficina de Relaciones Gubernamentales, utilizando su programa establecido sobre desradicalización para asegurar una respuesta coordinada y eficaz; y asimismo

Se resuelve, Que la Convención General inste a la Iglesia Episcopal y a sus entidades relacionadas con la misión, en asociación con socios interreligiosos, ecuménicos y de la Comunión Anglicana, a combatir el creciente nacionalismo religioso, denunciando los incidentes asociados de violencia e intimidación al público y a las autoridades apropiadas.