A081 Combatir el Creciente Nacionalismo Religioso
Se resuelve, con la aprobación de la Cámara de Obispos,
Que la 81ª Convención General reconozca la urgente cuestión del creciente nacionalismo religioso como un problema profundamente arraigado, tanto a nivel nacional como mundial, ya que se sitúa en primer plano como un fenómeno continuo y preocupante; y asimismo
Se resuelve, Que la Iglesia Episcopal como Cuerpo de Cristo lamente el impacto negativo del creciente nacionalismo religioso en la promoción de la violencia contra los grupos marginados, afectando negativamente a los contextos sociales, culturales e históricos; y asimismo
Se resuelve, Que la Convención General aliente a las personas, las congregaciones, las diócesis y otras comunidades dentro de la Iglesia a educarse más a fondo sobre este tema crítico y su impacto negativo en los grupos marginados; y asimismo
Se resuelve, Que la Convención General inste a la Iglesia Episcopal y a sus entidades relacionadas con la misión a combatir el creciente nacionalismo religioso en colaboración con socios interreligiosos, ecuménicos y de la Comunión Anglicana.
Explicación
Tanto a escala nacional como mundial, el extremismo está en crisis, incluido el nacionalismo religioso. El nacionalismo religioso es la intersección de la identidad religiosa y las ideologías nacionalistas dentro de un país o nación concretos. El creciente nacionalismo religioso incluye tanto el movimiento “nacionalista cristiano” de Estados Unidos de América como las formas de extremismo a nivel mundial. Estos movimientos promueven la violencia contra los grupos marginados, afectando gravemente a los contextos sociales, culturales e históricos.
Como la misión de la Iglesia Episcopal declarada en el Libro de Oración Común es: “restaurar a todas las personas en unidad con Dios y entre sí en Cristo (pg. 855)”, la Iglesia Episcopal tiene la responsabilidad de reconocer e identificar el creciente nacionalismo religioso dada nuestra presencia nacional y mundial, de identificar los incidentes de este movimiento y de denunciarlos urgentemente. Los incidentes pueden incluir agitación o volatilidad en un contexto social, comportamientos que pongan en peligro la vida de un pueblo o una religión, una continuación histórica de los delitos de odio sistémicos y la focalización en grupos minoritarios.
La Comisión Permanente para la Misión Mundial ofrece esta resolución para pedir el reconocimiento y la aceptación del creciente nacionalismo religioso e insta a la Iglesia Episcopal a combatir el creciente nacionalismo religioso en colaboración con socios interreligiosos, ecuménicos y de la Comunión Anglicana.