C028 Ajustar las Alícuotas para la Misión
Esta resolución pide que la 81ª Convención General tome medidas para reducir las alícuotas diocesanas y solicita al Consejo Ejecutivo de la Iglesia Episcopal que realice la ardua y exigente labor de planificar el futuro de nuestra Iglesia. Esta labor incluye determinar qué programas y recursos son más necesarios para nuestra vida en común y qué es lo que mejor faculta a cada uno de nuestros ministerios locales para la misión en sus comunidades.
La primera y la segunda resoluciones que se presentarán ante la Convención General son modificaciones de la Resolución A228 adoptada por la 80ª Convención General, la cual estableció el presupuesto 2023-2024 para la Iglesia Episcopal. La presente resolución disminuye el porcentaje de la alícuota del 15% al 13.5%, dejando más fondos disponibles a nivel diocesano para la misión y el ministerio locales. La tercera resolución pide que el Consejo Ejecutivo elabore un plan de dos trienios para reducir las tasas de las alícuotas al 10%.
Con más de US$600,000,000 en bienes patrimoniales, la Iglesia Episcopal (Sociedad Misionera Nacional y Extranjera) tiene un presupuesto anualizado de US$50,000,000. Según la partida 9 del presupuesto aprobado de la Iglesia Episcopal, los Compromisos Diocesanos suponen más de US$28,000,000 de esa cantidad. Esa cantidad representa el 15% (la tasa anterior de alícuotas) de US$192,000,000. Esto significa que más del 20% de todos los gastos anuales de la Sociedad Misionera Nacional y Extranjera y de las diócesis cada año (US$242,000,000) se realizan a nivel de la Sociedad Misionera Nacional y Extranjera, lo cual nos parece que es una proporción insostenible debido al estado actual de nuestra Iglesia.
En nuestra diócesis hay iglesias con poco financiamiento en contextos rurales, suburbanos y urbanos. En muchas de estas comunidades, la Iglesia Episcopal quizás sea la única iglesia que acoge plenamente a todas las personas. El ejercicio del ministerio con estos márgenes requiere recursos económicos locales y diocesanos para su viabilidad. Cuantos más recursos se centralizan en los niveles superiores de nuestra estructura eclesiástica, menos quedan para el ministerio entre las comunidades marginadas a las que sirven nuestras congregaciones.
Muchas organizaciones se están reconfigurando actualmente hacia la sostenibilidad para las generaciones futuras, y es imperativo que la Iglesia Episcopal haga lo mismo. Presentamos esta resolución por amor a la Iglesia Episcopal, su ministerio, su historia y su futuro.
Explicación
Esta resolución pide que la 81ª Convención General tome medidas para reducir las alícuotas diocesanas y solicita al Consejo Ejecutivo de la Iglesia Episcopal que realice la ardua y exigente labor de planificar el futuro de nuestra Iglesia. Esta labor incluye determinar qué programas y recursos son más necesarios para nuestra vida en común y qué es lo que mejor faculta a cada uno de nuestros ministerios locales para la misión en sus comunidades.
La primera y la segunda resoluciones que se presentarán ante la Convención General son modificaciones de la Resolución A228 adoptada por la 80ª Convención General, la cual estableció el presupuesto 2023-2024 para la Iglesia Episcopal. La presente resolución disminuye el porcentaje de la alícuota del 15% al 13.5%, dejando más fondos disponibles a nivel diocesano para la misión y el ministerio locales. La tercera resolución pide que el Consejo Ejecutivo elabore un plan de dos trienios para reducir las tasas de las alícuotas al 10%.
Con más de US$600,000,000 en bienes patrimoniales, la Iglesia Episcopal (Sociedad Misionera Nacional y Extranjera) tiene un presupuesto anualizado de US$50,000,000. Según la partida 9 del presupuesto aprobado de la Iglesia Episcopal, los Compromisos Diocesanos suponen más de US$28,000,000 de esa cantidad. Esa cantidad representa el 15% (la tasa anterior de alícuotas) de US$192,000,000. Esto significa que más del 20% de todos los gastos anuales de la Sociedad Misionera Nacional y Extranjera y de las diócesis cada año (US$242,000,000) se realizan a nivel de la Sociedad Misionera Nacional y Extranjera, lo cual nos parece que es una proporción insostenible debido al estado actual de nuestra Iglesia.
En nuestra diócesis hay iglesias con poco financiamiento en contextos rurales, suburbanos y urbanos. En muchas de estas comunidades, la Iglesia Episcopal quizás sea la única iglesia que acoge plenamente a todas las personas. El ejercicio del ministerio con estos márgenes requiere recursos económicos locales y diocesanos para su viabilidad. Cuantos más recursos se centralizan en los niveles superiores de nuestra estructura eclesiástica, menos quedan para el ministerio entre las comunidades marginadas a las que sirven nuestras congregaciones.
Muchas organizaciones se están reconfigurando actualmente hacia la sostenibilidad para las generaciones futuras, y es imperativo que la Iglesia Episcopal haga lo mismo. Presentamos esta resolución por amor a la Iglesia Episcopal, su ministerio, su historia y su futuro.