A151 Eliminación del Calendario de Consentimientos de la Cámara de Diputados
Esta propuesta representa una continuación y un compromiso respecto a los cambios implementados durante la Convención General anterior. En particular, la Cámara de Diputados ha sido única en cuanto a la falta de un mecanismo de planificación intencional de su calendario legislativo, lo cual la diferencia de otros organismos legislativos de todo el mundo. Esta deficiencia se ha corregido en las recientes revisiones del Reglamento, al otorgar al Comité de Labor Parlamentaria la capacidad de reordenar las resoluciones para el calendario diario, con el fin de ayudar a procesar la legislación de forma eficaz y justa. Además, ciertas resoluciones representan un cambio importante en nuestra posición sobre un tema, nuestra estructura, nuestro culto o nuestro sistema de gobierno. Estas resoluciones pueden ser controversiales o representar una necesidad de discernimiento intencional prolongado por parte de los Diputados antes de una votación. Si el tiempo en el seno se consume con muchas resoluciones, esto añade presión y hace que nuestra toma de decisiones se sienta forzada.
Los diputados deben considerar una cantidad enorme de resoluciones en un período limitado. Incluso con una convención completamente programada, los diputados no pueden considerar todas las resoluciones a través de las reglas predeterminadas para el debate en el seno. La mayoría de las resoluciones se adoptan con un debate mínimo y sin modificaciones a las recomendaciones de los comités. Como resultado, la labor crítica de cabildeo y el trabajo legislativo ocurren principalmente dentro de los comités, por lo cual es esencial que los diputados se enfoquen ahí sus esfuerzos si desean enmendar el texto o el resultado.
Para hacer frente a estos retos, es fundamental que nuestras reglas reflejen con precisión las realidades del proceso legislativo. Un aspecto clave es asignar tiempo suficiente en el seno para debatir a profundidad las problemáticas cruciales para el discernimiento de la Iglesia sobre su visión. El creciente volumen de resoluciones, combinado con la ausencia de limitaciones, dificulta la habilidad de los diputados para debatir a fondo la legislación más importante, lo cual provoca frustración entre todos los participantes en el proceso. Para remediar esto, se vuelve necesario encontrar un enfoque equilibrado que tenga en cuenta el limitado tiempo disponible en el seno, mientras que a la vez se garantice un debate adecuado sobre resoluciones específicas. El Comité de Labor Parlamentaria, con sus representantes en todos los comités legislativos, está bien equipado para facilitar este equilibrio.
Además, la propuesta reconoce el mecanismo para retirar legislación del calendario de consentimientos si los diputados lo consideran necesario. Elevar el umbral garantiza que el Comité de Labor Parlamentaria sea el principal mecanismo para asignar tiempo en el seno. También se disminuye con respecto a la convención anterior y proporciona una válvula de escape para que la legislación controversial o con un apoyo generalizado o pueda abordarse adecuadamente y exista la posibilidad de retirarla de la consideración, promoviendo un proceso de toma de decisiones más exhaustivo y reflexivo.
Otro cambio es la eliminación del voto automático en el seno para las resoluciones de cortesía. Aunque bien intencionadas, su cantidad podría ser grande y consumir una cantidad significativa de tiempo en el seno.
Explicación
Esta propuesta representa una continuación y un compromiso respecto a los cambios implementados durante la Convención General anterior. En particular, la Cámara de Diputados ha sido única en cuanto a la falta de un mecanismo de planificación intencional de su calendario legislativo, lo cual la diferencia de otros organismos legislativos de todo el mundo. Esta deficiencia se ha corregido en las recientes revisiones del Reglamento, al otorgar al Comité de Labor Parlamentaria la capacidad de reordenar las resoluciones para el calendario diario, con el fin de ayudar a procesar la legislación de forma eficaz y justa. Además, ciertas resoluciones representan un cambio importante en nuestra posición sobre un tema, nuestra estructura, nuestro culto o nuestro sistema de gobierno. Estas resoluciones pueden ser controversiales o representar una necesidad de discernimiento intencional prolongado por parte de los Diputados antes de una votación. Si el tiempo en el seno se consume con muchas resoluciones, esto añade presión y hace que nuestra toma de decisiones se sienta forzada.
Los diputados deben considerar una cantidad enorme de resoluciones en un período limitado. Incluso con una convención completamente programada, los diputados no pueden considerar todas las resoluciones a través de las reglas predeterminadas para el debate en el seno. La mayoría de las resoluciones se adoptan con un debate mínimo y sin modificaciones a las recomendaciones de los comités. Como resultado, la labor crítica de cabildeo y el trabajo legislativo ocurren principalmente dentro de los comités, por lo cual es esencial que los diputados se enfoquen ahí sus esfuerzos si desean enmendar el texto o el resultado.
Para hacer frente a estos retos, es fundamental que nuestras reglas reflejen con precisión las realidades del proceso legislativo. Un aspecto clave es asignar tiempo suficiente en el seno para debatir a profundidad las problemáticas cruciales para el discernimiento de la Iglesia sobre su visión. El creciente volumen de resoluciones, combinado con la ausencia de limitaciones, dificulta la habilidad de los diputados para debatir a fondo la legislación más importante, lo cual provoca frustración entre todos los participantes en el proceso. Para remediar esto, se vuelve necesario encontrar un enfoque equilibrado que tenga en cuenta el limitado tiempo disponible en el seno, mientras que a la vez se garantice un debate adecuado sobre resoluciones específicas. El Comité de Labor Parlamentaria, con sus representantes en todos los comités legislativos, está bien equipado para facilitar este equilibrio.
Además, la propuesta reconoce el mecanismo para retirar legislación del calendario de consentimientos si los diputados lo consideran necesario. Elevar el umbral garantiza que el Comité de Labor Parlamentaria sea el principal mecanismo para asignar tiempo en el seno. También se disminuye con respecto a la convención anterior y proporciona una válvula de escape para que la legislación controversial o con un apoyo generalizado o pueda abordarse adecuadamente y exista la posibilidad de retirarla de la consideración, promoviendo un proceso de toma de decisiones más exhaustivo y reflexivo.
Otro cambio es la eliminación del voto automático en el seno para las resoluciones de cortesía. Aunque bien intencionadas, su cantidad podría ser grande y consumir una cantidad significativa de tiempo en el seno.