Explicación

Se propone que esta práctica, probada e implementada con éxito para las resoluciones con reglamento parlamentario especial en convenciones anteriores, sea la nueva regla predeterminada.

Adoptar este método resuelve las dificultades de traducción y de interpretación simultánea, las cuales pueden ser complicadas y llevar mucho tiempo, sobre todo cuando las enmiendas se hacen sobre la marcha. Al requerir que las enmiendas se presenten por escrito, el proceso se vuelve más transparente, lo cual permite una traducción y publicación efectivas para que todos los diputados las revisen.

Por último, los diputados pueden entender mejor los cambios propuestos de antemano, lo cual permite debates más enfocados e informados. Los diputados también pueden leer las enmiendas propuestas con antelación para organizar sus ideas sobre cómo tendrán que votar o los comentarios que puedan tener. Esta agilización del proceso de enmiendas aumenta en última instancia la eficacia y la productividad de los procedimientos legislativos, fomentando un entorno de discernimiento más impactante para todos los participantes.