D060 Apoyo para la Solución de la Crisis en Haití
La diócesis de Haití es la mayor diócesis de la Iglesia Episcopal. Sin embargo, muchos de nosotros no estamos conscientes de la profundidad de la crisis que se está produciendo ahí. Las pandillas se han apoderado de gran parte del país. Con la violencia de las pandillas, hay tráfico de armas y drogas, asesinatos, violencia sexual y caos. Durante un tiempo cerraron los aeropuertos. Ha habido clérigos episcopales que han sido secuestrados. Sigue sin haber planes para elegir o seleccionar a un Obispo.
Entre enero y mediados de marzo de 2024, los grupos criminales mataron a casi 1,500 personas que no estaban implicadas en la violencia e hirieron a otras 800, según la Organización de las Naciones Unidas. Aproximadamente 360,000 personas han sido desplazadas internamente en todo el país. Casi la mitad de los haitianos sufren inseguridad alimentaria, y 1.4 millones de ellos están en riesgo de hambruna, según el Programa Mundial de Alimentos (World Food Programme, WFP) de la ONU.
Haití necesita estabilizarse y reconstruirse. Deben reiniciar un gobierno de transición. La Iglesia Episcopal necesita ser capaz de hablar de estos temas. Haití debe saber que sus diócesis hermanas no lo olvidan, y nosotros apoyamos sus esfuerzos por devolver el estado de derecho a Haití.
Explicación
La diócesis de Haití es la mayor diócesis de la Iglesia Episcopal. Sin embargo, muchos de nosotros no estamos conscientes de la profundidad de la crisis que se está produciendo ahí. Las pandillas se han apoderado de gran parte del país. Con la violencia de las pandillas, hay tráfico de armas y drogas, asesinatos, violencia sexual y caos. Durante un tiempo cerraron los aeropuertos. Ha habido clérigos episcopales que han sido secuestrados. Sigue sin haber planes para elegir o seleccionar a un Obispo.
Entre enero y mediados de marzo de 2024, los grupos criminales mataron a casi 1,500 personas que no estaban implicadas en la violencia e hirieron a otras 800, según la Organización de las Naciones Unidas. Aproximadamente 360,000 personas han sido desplazadas internamente en todo el país. Casi la mitad de los haitianos sufren inseguridad alimentaria, y 1.4 millones de ellos están en riesgo de hambruna, según el Programa Mundial de Alimentos (World Food Programme, WFP) de la ONU.
Haití necesita estabilizarse y reconstruirse. Deben reiniciar un gobierno de transición. La Iglesia Episcopal necesita ser capaz de hablar de estos temas. Haití debe saber que sus diócesis hermanas no lo olvidan, y nosotros apoyamos sus esfuerzos por devolver el estado de derecho a Haití.