D060 Apoyo para la Solución de la Crisis en Haití
Se resuelve, con la aprobación de la Cámara de Diputados,
Que la Iglesia Episcopal lamente la situación actual de Haití, que genera un ambiente de caos político, inseguridad y temor para muchos haitianos; y asimismo
Se resuelve, Que la Iglesia Episcopal trabaje para apoyar una solución a la crisis de Haití que incluya:
- Apoyar una misión de seguridad autorizada por la ONU con todas las protecciones necesarias en materia de derechos humanos, al tiempo que se abordan las causas políticas de la inseguridad y se trabaja para apoyar las normas democráticas.
- Restablecer un gobierno de transición claramente enfocado en apoyar las normas democráticas y garantizar unas elecciones confiables, respetando al mismo tiempo la soberanía haitiana.
- Estabilizar los mecanismos para cubrir las necesidades básicas, como alimentos, agua, combustible, atención médica y apertura de aeropuertos.
- Fomentar la ayuda humanitaria internacional para contribuir a financiar tanto las necesidades básicas como la recuperación.
- Ayudar a Haití a reconstruir su sistema judicial de manera que se respeten los derechos.
- Abogar por participar genuinamente y prestar atención a las voces de los haitianos, que sufren inseguridad alimentaria y de atención médica, violencia de pandillas y amenazas a los derechos humanos.
- Trabajar para eliminar la violencia de las pandillas, así como el tráfico de armas y drogas.
Y asimismo
Se resuelve, Que la Iglesia Episcopal trabaje con el clero de Haití para llevar la presencia de un Obispo a Haití; y asimismo
Se resuelve, Que la Iglesia Episcopal se solidarice con la Diócesis Episcopal de Haití a través de la oración y la escucha, para apoyarles y ayudarles en sus necesidades.
Explicación
La diócesis de Haití es la mayor diócesis de la Iglesia Episcopal. Sin embargo, muchos de nosotros no estamos conscientes de la profundidad de la crisis que se está produciendo ahí. Las pandillas se han apoderado de gran parte del país. Con la violencia de las pandillas, hay tráfico de armas y drogas, asesinatos, violencia sexual y caos. Durante un tiempo cerraron los aeropuertos. Ha habido clérigos episcopales que han sido secuestrados. Sigue sin haber planes para elegir o seleccionar a un Obispo.
Entre enero y mediados de marzo de 2024, los grupos criminales mataron a casi 1,500 personas que no estaban implicadas en la violencia e hirieron a otras 800, según la Organización de las Naciones Unidas. Aproximadamente 360,000 personas han sido desplazadas internamente en todo el país. Casi la mitad de los haitianos sufren inseguridad alimentaria, y 1.4 millones de ellos están en riesgo de hambruna, según el Programa Mundial de Alimentos (World Food Programme, WFP) de la ONU.
Haití necesita estabilizarse y reconstruirse. Deben reiniciar un gobierno de transición. La Iglesia Episcopal necesita ser capaz de hablar de estos temas. Haití debe saber que sus diócesis hermanas no lo olvidan, y nosotros apoyamos sus esfuerzos por devolver el estado de derecho a Haití.