Se resuelve, Que La Iglesia Episcopal, junto con todas las Iglesias que sostienen la fe histórica, afirme como parte de nuestro culto la doctrina acordada por el Primer Concilio de Nicea en 325, la cual sostiene que el Hijo, como se articula en el Credo publicado por ese concilio, es

un Señor, Jesucristo,
el Hijo de Dios,
engendrado del Padre, unigénito,
es decir, de la sustancia del Padre,
Dios de Dios,
luz de luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado no creado,
de la misma naturaleza que el Padre,
por Quien todo fue hecho

Y asimismo

Se resuelve, Que el Credo de Nicea, ratificado por el Concilio de Constantinopla en 381 d.C., identificado en el Cuadrilátero Chicago-Lambeth como “la declaración suficiente de la Fe Cristiana”, continúe guiando la labor de la Iglesia Episcopal en sus conversaciones y diálogos ecuménicos; y asimismo 

Se resuelve, Que la 81ª Convención General encomiende a toda la Iglesia la celebración del 1,700° aniversario del Concilio de Nicea en 2025 y aliente a las diócesis y las congregaciones a encontrar formas adecuadas de conmemorar este aniversario histórico; y asimismo

Se resuelve, Que esta Convención General pida a la Oficina de Relaciones Ecuménicas e Interreligiosas que asegure la participación de la Iglesia Episcopal en las conmemoraciones nacionales e internacionales del aniversario del Concilio.