Se resuelve, Que la Cámara de Obispos, reunida en esta 81ª Convención General de la Iglesia Episcopal en Louisville, Kentucky, dé gracias a Dios Todopoderoso por la elección del Reverendísimo Sean Rowe, Obispo del Noroeste de Pennsylvania y Obispo Provisional del Oeste de Nueva York, como próximo Obispo Presidente y Primado de nuestra Iglesia;

y asimismo reconozca que es el obispo más joven de nuestra historia en ser llamado a este cargo;

y asimismo le asegure a nuestro hermano nuestras oraciones diarias y nuestro firme apoyo mientras colocamos sobre sus hombros este manto de liderazgo en un momento de grandes desafíos y oportunidades para la Iglesia;

y asimismo le exprese nuestra gratitud por sus primeras palabras ante la Convención General, llamando a la Iglesia a una temporada de jubileo relacional en el que podamos desprendernos del resentimiento, la ira y los rencores que han debilitado el liderazgo de nuestra Iglesia en estos años pandémicos y postpandémicos, para que podamos ser discípulos unidos y valientes en el seguimiento de Jesús hacia un futuro desconocido y lleno de esperanza;

y asimismo apoye incondicionalmente su decisión de celebrar un servicio inaugural adecuado para marcar el comienzo de su primacía en la Chapel of Christ the Lord (Capilla de Cristo el Señor) en el Centro Episcopal que esté en consonancia con nuestra mayordomía intencional de la Iglesia y de la creación;

y asimismo reconozca la considerable e inigualable contribución de nuestro hermano a la labor de esta Cámara al haber sido nuestro Parlamentario durante muchos años;

y asimismo ruega con toda humildad que se acuerde, recordando las palabras infalibles del Reglamento Parlamentario de Robert, Capítulo XIX, Sección 59:9, el cual sabemos que conoce bien, donde está escrito, que “un constituyente clave… debe ser el parlamentario… Es deseable que esta persona sea un profesional, que cuanto más avezado sea en experiencia operativa real en la organización, mejor”, y además, en el Capítulo XV, Sección 47:48, donde dice “que el presidente debería de tener la libertad para nombrar [a un parlamentario] en quien tenga confianza”, que una de sus primeras y más urgentes responsabilidades es el raro privilegio y obligación de sustituirse a sí mismo tan pronto como sea oportuno;

y asimismo, exprese además nuestro apoyo a su esposa Carly, y a su hija Lauren, ya que se enfrentan a un tremendo cambio y a la apertura de nuevas perspectivas en la vida de su familia.