Se resuelve, Que la Cámara de Obispos, reunida en esta 81a Convención General de la Iglesia Episcopal en Louisville, Kentucky, dé gracias a Dios Todopoderoso por el ministerio de nuestro amado Obispo Presidente y Primado, el Reverendísimo Michael Curry, a cuyo cargo lo llamamos en la 78a Convención General en Salt Lake City, y que dejará en noviembre;

y celebre además la importancia histórica de su elección como primer obispo negro en ejercer el ministerio de Obispo Presidente de esta Iglesia;

y reconozca además la influencia perdurable en nosotros de su devoción a su Señor y Salvador, así como su fidelidad apasionada e inquebrantable al camino del amor y a las exigencias que este amor debe plantearle al creyente individual y a la Iglesia cuando tratamos de vivir más auténticamente como la Amada Comunidad;

y además nos comprometa no solo a pensar e imaginar un mundo en el que el amor es el camino, sino a ser cocreadores con Dios para ayudar a que ese mundo se convierta en realidad;

y le exprese además nuestra profunda gratitud por la energía contagiosa, la predicación vigorizante, la enseñanza eficaz y el evidente amor a la Iglesia que nos ha demostrado a todos al revivirnos de nuevo;

y marque además con profunda satisfacción su impacto al elevar el perfil público del testimonio de la Iglesia Episcopal, desde los noticieros matutinos de televisión, pasando por Saint George’s Chapel, en Windsor, hasta Saturday Night Live y más;

y exprese además nuestro reconocimiento por su abnegada perseverancia en la labor que tiene ante sí, a pesar de los graves problemas de salud a los que se ha enfrentado durante su mandato;

y lo encomiende además al mismo Dios amoroso, liberador y dador de vida al que él nos ha encomendado durante estos últimos nueve años, deseándole una jubilación larga, feliz y saludable;

y asimismo, que deje clara nuestra esperanza de que al renunciar a su cargo no renuncie a su voz, pues, como solía decir su profesor de la escuela secundaria, el Sr. Saunders, un caballero siempre está listo para decir una palabra;

y transmita además a su esposa Sharon y a su familia nuestra gratitud permanente por haberlo compartido con nosotros durante esta etapa de nuestra vida en común.